Durante la temporada 2023 Francisco Álvarez se encargó de demostrar lo que puede aportar con su bate, el poder que posee le ayudó a disparar un total de 25 cuadrangulares a pesar de que en líneas generales no fue muy consistente con su ofensiva tras finalizar con .209 average. No obstante, más allá de establecer esa consistencia a la hora de pararse en el plato, el criollo también quiere mejorar otro aspecto de su juego que es sumamente vital en su figura de receptor: el hecho de retirar a más corredores rivales cuando salgan a la conquista de una almohadilla, algo que se intensificó luego de muchos años motivado por las nuevas reglas establecidas, entre ellas las bases más grandes. En este sentido, el trabajo que ha hecho Álvarez durante la temporada muerta y en estos campos de entrenamiento ya empiezan a dar resultados. El pasado jueves 07/03, en un encuentro ante los Nacionales de Washington, en trío de ocasiones intentaron estafarle el segundo cojín y el careta los puso out a los tres. A pesar de su corta edad, tiene solo 22, como receptor emergió entre los mejores en la acción de manejar los pitcheos en la zona o “framing”, como se le conoce en inglés, además estaba por encima del promedio en cuanto al bloqueo de lanzamientos, lo que le permitió ganarse elogios de la mayoría de los pitchers a quienes les recibió. Incluso el propio Álvarez confiesa que para él es más divertido sacar a un corredor rival en las bases que conectar un jonrón, por lo que quiere incrementar esa diversión para esta campaña en comparación con el 2023, en la que solo pudo retirar el 13% de los corredores que le salieron al robo siendo 19% el promedio de las mayores. Su brazo promedió una velocidad de 84.8 millas por hora cuando lanzaba a las bases, lo que le situó justo en el medio del grupo de catchers en grandes ligas. Eso hacía que su promedio de pop time -tiempo que tarda un receptor en lanzar la bola a una base- fuera de 1.94 segundos, pero los Mets sabían que podía haber un gran margen de mejora con respecto a qué tan rápido podría deshacerse de la pelota y cómo mover los pies. La gran diferencia con respecto al 2023 es que permanecía agachado sobre una rodilla, postura que le resulta más sencillo a los receptores al momento de soltar la pelota, y luego se levantaba para hacer el tiro. Para esta zafra intentan mejorar la manera en que ejecuta ese movimiento y que le permita disparar más rápido. El tiempo y la temporada dirán si este trabajo dará resultado en mayor medida, cuando los corredores salgan a robarle alguna base. “Quiero mejorar en todo, pero mi principal enfoque está en eso, en mis tiros a base”, le expresó el venezolano al New York Post según reportó el periodista Mark W. Sánchez. “Me siento muy bien en donde estoy ahora mismo al respecto”.
“El lanzamiento a las bases es algo sobre lo que hemos hablado para ser más consistente con el trabajo de sus pies y su parada”, comentó por su parte el coach de catchers Glenn Sherlock. “Eso es en lo que realmente nos estamos concentrando”.
“Es tan bueno con el framing que no queremos renunciar a eso y mantenerlo”, agregó Sherlock sobre la postura en una rodilla. “Es una de sus grandes fortalezas, así que por eso estamos modificando su postura cuando el corredor sale”.