Por segunda campaña consecutiva Enderson Franco muestra su talento y poderosa recta en el continente asiático, específicamente en la Chinese Professional Baseball League (CPBL) como se le conoce a la liga de Taiwán, y cada vez más se afianza en dicho circuito.
Franco para esta campaña repite con el conjunto Fubon Guardians con quienes en el 2022 dejó efectividad de 2.45 luego de permitir 14 carreras limpias y acumular 51.1 innings en 40 presentaciones, además de ponchar a 51 rivales y adjudicarse cinco salvados.
Ahora, el serpentinero llega como el elegido para ser el taponero a tiempo completo y tiene muy claro cuáles son sus objetivos. “Mis expectativas para esta temporada son lograr ser unos de los mejores relevistas o cerrador de la liga, ayudar a mi equipo a ganar la mayor cantidad de juegos posibles y luchar por ser campeones, porque tenemos buen equipo este año para competir”, expresó el derecho en un contacto telefónico.
Hasta ahora cumple con creces lo que se ha planteado, pues luego de ocho presentaciones acumula registro de 1G-1P, con par de rescates y 1.74 en porcentaje de carreras limpias, además de ponchar a 10 rivales y ceder sólo tres boletos en 10.1 entradas completadas.
Con respecto a la clave de este inicio se la atribuye a la buena preparación que tuvo durante la pretemporada, lo importante para él es ir juego tras juego y que su enfoque cuando está en el montículo siempre es sacar el inning en blanco.
Por otro lado, el nativo de Anaco, estado Anzoátegui detalló que el staff de los Guardians, que ostenta la mejor efectividad de la liga con 3.05, ha estado satisfecho con lo que han visto de él, pero que ese accionar para nada termina aún. “El manager y pitching coach confían en que puedo hacer el trabajo como cerrador y hasta ahora todo ha salido bien. Seguiremos trabajando para dar lo mejor”.
Algo que también hay que acotar y que no puede pasar por debajo de la mesa, al tomar en cuenta la calidad de los pitchers asiáticos, es que el criollo implantó un nuevo récord al lanzar la bola más rápida en la historia del circuito taiwanés.
“Sí, el año pasado lancé la recta más rápida en la historia de la CPBL, a 101 millas por hora. Es un logro más para mi carrera, poner mi nombre en otro país siempre es gratificante y sinceramente no me lo esperaba, pero gracias a Dios se dio la oportunidad”, confesó el magallanero.