El jardinero Moisés Gómez fue
nombrado “Novato del Año” de la temporada 2018-2019 de la Liga
Venezolana de Béisbol Profesional, luego de tener una participación de
ensueño con los Navegantes del
Magallanes.
La lista de novatos del año de la novena turca está plagada de peloteros
históricos, tales como Luis “Camaleón” García, Darío Rubistein, Isaías “Látigo” Chávez, Gustavo Sposito, Gregorio Machado, Oswaldo
Olivares, Alfredo Torres, Omar Bencomo, Juan Castillo, Eddy Díaz,
Luis Raven, Luis Rivas y Endy Chávez,
este último ganándolo en la zafra 1999-2000, siendo así un galardón esquivo por
18 años hasta que Gómez lo consiguiera en la presente zafra.
El novato sensación perteneciente a los Rays
de Tampa Bay en los Estados Unidos, en 35 juegos de la temporada regular
tuvo un promedio de .248, con seis cuadrangulares y 26 remolcadas, siendo así
una pieza importante para la clasificación de los navieros a la postemporada.
Jugar con una sonrisa de oreja a oreja era algo que caracterizó
al caraqueño cuando saltaba al terreno de juego con el uniforme turco. “Divertirme, nada más”, consideró como la clave. “Eso
fue lo que hice siempre en el terreno y todo salió. Aún es difícil creerlo”,
manifestó el guardabosque.
A pesar de ser el ganador del premio,
el jardinero en ningún momento se imaginó antes de debutar con la nave que
podría conquistarlo. “Antes de la temporada nunca se me pasó por
la mente que esto iba a suceder. Yo vine fue a hacer mi trabajo, a divertirme,
a hacer las pequeñas cosas y gracias a Dios todo salió bien”, confesó.
Compartir en un
terreno de juego con Endy Chávez es
una de las mejores experiencias vividas para el capitalino, pues así lo
expresó. “Es lo mejor que
me ha pasado. Se tomó el tiempo para ayudarme, para aconsejarme, le tengo mucho
aprecio y estoy muy agradecido con él”.
Además, consideró este premio como el
más importante de su corta carrera. “En el top. Es el más grande reconocimiento
que hasta ahora he tenido. Seguiremos trabajando para tener más éxitos”.
El pelotero de 20 años de edad, jugó
hasta el pasado 2 de diciembre con los navieros, por petición de su
organización en las Grandes Ligas, sin embargo, fue algo que estuvo en contra de su
voluntad, por las ganas de ayudar al equipo en todo momento.
“Yo hubiese preferido seguir ayudando
al equipo que recibir este premio, pero son cosas que pasan, uno no controla
eso, me dieron muy poco tiempo para jugar, pero los supe aprovechar y se dieron
las cosas”, agregó Gómez.
El filibustero guardabosque dedicó su galardón a su familia, pilares fundamentales en su trayectoria
como pelotero.