
Miami.- La Primera Convención de la
Confederación
de Béisbol Profesional del Caribe se inició con la promesa de cambios
estructurales en la organización y la Serie del Caribe, su principal
producto.
Juan Francisco Puello Herrera, Comisionado de la CBPC se mostró optimista en cuanto al
compromiso de los circuitos de México, Puerto Rico, República Dominicana y
Venezuela de estar abiertas a establecer mecanismos para aprovechar el “gran
potencial del beisbol Latinoamericano”.
“Creo que la idea de esta convención, era presentar a las ligas y
a sus clubes afilados, los lineamientos para una reconversión de la Serie del
Caribe, a los fines de mirar hacia el futuro. Hemos hecho una gran labor, en el
sentido de contratar a una empresa mexicana (Cuantía Inteligencia de Mercados),
para tener un diagnóstico, algo fundamental para emprender ajustes”, explicó el ejecutivo caribeño.
Los principales retos que se plantea Puello Herrera son la
ejecución de un nuevo modelo de negocios y ajustes al formato del Clásico del
Caribe, que se juega con los equipos campeones de cada circuito, más Cuba, el
invitado a la cita, durante la primera semana de febrero.
“Esto no se podrá hacer sin el concurso de cada una de las ligas
que conforman la CBPC”, afirmó. “No quisiera decirlo, pero vamos a pisar
algunos intereses. Si queremos que esto funcione como debe funcionar, hay que
sacrificarse. Por ejemplo, tenemos que buscar la forma de unificar los
calendarios de las ligas. La Serie del Caribe no puede seguir terminando un 8
de febrero, por muchas razones, entre ellas la necesidad de algunos jugadores
de reportarse a los entrenamientos de primavera de MLB. También está el Súper
Bowl (NFL), que es una competencia nuestra a nivel de TV. Tenemos que hacer un
producto rentable y que sea atractivo para cada una de las ligas de invierno”.
El cónclave en Miami es apenas un paso en el camino para
identificar las necesidades específicas de la CBPC, como institución, y de la
Serie del Caribe, como torneo internacional.
“Vengo luchando con esto”, enfatizó Puello Herrera. “Me costó
mucho tiempo quitar el formato anacrónico que existía anteriormente. Fue algo
que comencé a trabajar en 1991 y no había forma de cambiarlo, hasta que (las
ligas) descubrieron que ese sistema de competición no tenía que ver con nuestra
época y que había que cambiarlo. Tenemos que tratar por todos los medios, en la
medida en que vayamos avanzando con estas ideas, de proyectar una Confederación
del Caribe que sea más potable a los fines de comercializarla, porque se trata
de que sea productiva. La muerte de la capacidad de asombro es la rutina”.
Alberto López Andere, director de Cuantía Inteligencia de
Mercados, piensa que es factible y entregó el bosquejo de ideas que podrían convertirse
en las herramientas para lograrlo, tras los resultados que obtuvo en más de
5.000 encuestas aplicadas en los cuatro países, en varios segmentos
(aficionados en general, abonados, millennials y periodistas deportivos).
“Fue un estudio de salud de marca, que buscaba identificar cómo
hacer más rentable tanto a las ligas locales, como a la Serie del Caribe”,
abundó el experto en investigación de mercados. “Dentro de las conclusiones
destaca, primero que el aficionado está en constante contacto al menos dos
deportes (en su mayoría béisbol) y que está siguiendo a la liga local y a la
MLB. Es decir se mueve en esas dos bandas. Falta, eso sí, generar una identidad
más de país, para poder vender a la Serie del Caribe como competencia de países
y no de clubes, desde el punto de vista del mercadeo y para conectar más
emotivamente al aficionado. También, se debe democratizar el acceso a la
información de los juegos, por ejemplo historia, estadísticas”.
“El futuro no se predice, se crea”, agregó Puello Herrera. “El futuro es hoy y está en nuestras manos.
Queremos que esta reunión se convierta en la plataforma de lo que podemos ser”.